Interesante lectura la del ensayo de Manfred Osten La Memoria Robada (Madrid: Ediciones Siruela, 2008) a pesar de haber sido duramente criticado. En la página 16 se puede leer una frase contundente: “almacenar datos supone olvidarlos”. Su argumentación principal parte de la idea de que nuestra confianza en la tecnología y en su capacidad de almacenamiento puede hacer que muchos datos e información se pierdan. Las razones son diversas: está codificada sobre soportes y en formatos que quedan obsoletos, queda fuera de nuestra capacidad de búsqueda, errores en los descriptores o en los metadatos, etc.
Imagen tomada del Museillo del cálculo y de la informática
El que la memoria formal sea alterada ha sido habitual a lo largo de la Historia, tanto vencedores como profetas han procurado deshacerse de los registros inoportunos. Frente a ello estaba la cultura del recuerdo, la transmisión de conocimientos en forma oral, cantada, dibujada, escrita... En la era digital, sin embargo, esa cultura puede rendirse fácilmente ante el espejismo digital, que genera una confianza no siempre justificada. Es muy probable que datos e información importante queden para siempre olvidados en unas tarjetas perforadas que muchos de nuestros lectores ni tan siquieran conocen. Para mí la conclusión es evidente, hay que adaptar la cultura del recuerdo al formato digital e impulsar la interoperabilidad temporal, sea lo que sea esto.
Publicado por Joan Capdevila
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
E l verano pasado (2020) se incluyó el modelo de geoide español EGM08-REDNAP en la biblioteca de software libre PROJ . Esto ha facilitado...
-
La geocodificación es esencial para análisis territoriales, estudios de mercado y gestión de infraestructuras. Desde CartoCiudad se tiene...
-
El Ayuntamiento de Madrid dispone de un servicio de mapas que representa los distintos niveles de limpieza asignados a calzadas y aceras. ...
3 comentarios:
Estoy de acuerdo, en general, almacenar datos supone olvidarlos, es inevitable,...
Otro efecto curioso es que resulta muy difícil concentrarse ante un texto digital en pantalla. Como siempre lo tenemos ahí, disponible, cuesta prestarle atención y a menudo me sorprendo a mì mismo imprimiendo textos que están la Red, para leerlos con la suficiente concentración...y cuando los acabo, los tiro a la papelera. Si alguien me viera, pensaría que estoy loco.
Antonio F. Rodríguez
Vaya hace tiempo un blogger ecologista realizo "una carta desde el futuro" donde a parte de advertir a la humanidad que busque energias renovables porque se acaba el petroleo y el gas tambien hacia referencia a la escasez de documentacion escrita ya que en su futuro era imposible leer documentos digitales.
Estoy de acuerdo en que se tiene que impulsar la interoperabilidad temporal.
Un saludo.
Me ocurre algo parecido, no sé si es debido a que no puedes subrayar el texto en la pantalla. Hay diferencias en el modo de leer: en pantalla se suele hacer una lectura fugaz, en diagonal. En papel, se suele leer con más detenimiento.
Quizá las pantallas del tipo "libro electrónico" cambien esta percepción.
Enrique Lorenzo.
Publicar un comentario