Me ha llamado la atención un interesante artículo del periódico El País donde se habla de una pequeña fábrica en el norte de Londres que se dedica a crear globos terráqueos de manera totalmente artesanal.
Peter Bellberb, con un pequeño grupo de 5 trabajadores se dedican a construir diversos tipos de globos de manera totalmente manual: “Pega con precisión las tiras de papel sobre la superficie esférica de fibra de vidrio, remarca las líneas de costa con un pincel y da un poco de color al océano y los continentes con acuarela. Una vez terminado el proceso, que lleva entre tres y cinco días, barniza el globo…”
El autor del artículo se pregunta si este tipo de trabajos están abocados a su desaparición en esta época digital donde prima la cartografía por Internet y los globos virtuales.
Hace también una interesante reflexión sobre los mapas: Nuestra concepción del mundo viene de los mapas. El etólogo y zoólogo Richard Dawkins ha especulado sobre si la realización de mapas –con sus conceptos de escala y espacio– habría estimulado el crecimiento del cerebro humano. Desde que Claudio Ptolomeo escribió su Geographia entre los años 90 y 170 después de Cristo hasta la última imagen de Google Street View, los mapas nos han conectado con la realidad. El mundo está regido por las fronteras, y estas se identifican sobre los mapas. Los trazos con los que intentamos representar el mundo son herramientas de los nacionalismos y una potente arma intelectual en disputas sobre el territorio.
Artículo completo de El País: http://elpais.com/elpais/2013/05/01/eps/1367401845_121352.html
Página web de Bellerby& Co: http://www.bellerbyandco.com/
Publicado por Jesús Pla
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