Generalmente, los nombres de los pueblos y de los lugares tienen una historia detrás. En este caso, en Galicia, a los yacimientos arqueológicos de la época prerromana suelen denominárseles «castros» y a la comarca donde se ubica el yacimiento se conoce como «A Cerca» («La Cerca» en castellano).
La primera referencia a Castro Valente aparece en los escritos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, hasta entonces innombrada, y no fue hasta 1865 cuando el arqueólogo e historiador Manuel Murguía, en su libro «Historia de Galicia», donde lo describió en «buen estado de conservación» añadiendo que: «como a una legua al nordeste de Iría (Padrón) hay un formidable castro, el Castro Valente, que aún conserva parte de la muralla que lo rodeaba». Ya en 1916 el semanario «El barbero municipal» volvió a mencionarlo y detalló, los accesos, el control visual y su sistema defensivo.
Castro Valente es un cerro situado entre dos municipios: Padrón (A Coruña) y A Estrada (Pontevedra) sobre el que se erige una ciudad fortificada de la Edad de Hierro con la que comparte nombre.
En un reciente estudio llamado «En busca de un castillo altomedieval entre la vegetación» llevado a cabo por los arqueólogos Mario Fernández-Pereiro y José Carlos Sánchez-Pardo del Grupo de Investigación Síncrisis de la Universidad de Santiago de Compostela, han demostrado que el Castro de Valente dista mucho de lo que puede parecer. Se trata de una impresionante fortaleza altomedieval, que data de los siglos V-VII, que contaba con 30 torres, una muralla de 1,2 kilómetros de largo y una extensión de 10 hectáreas. Según sus estudios las torres de esta muralla llevarían cubiertas similares a las de la muralla de Lugo, que es Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000.
Los muros de esta fortaleza, de hasta cuatro metros de ancho, se han visto dañados en las últimas décadas por las repoblaciones forestales y por la apertura de cortafuegos, pero la amenaza no acaba ahí. Por un lado, recientemente se ha solicitado la instalación de cuatro aerogeneradores en las laderas noroeste y sur del yacimiento y por otro lado hay un proyecto de energía eléctrica que prevé la instalación de seis torres en las laderas noroeste y sur del monte Castro Valente. Todo esto, sumado a la erosión natural y la falta de cuidados intensivos por parte de las administraciones del yacimiento, hace que su conservación sea prácticamente imposible.
Tanto el castillo como el castro están catalogados por la Xunta de Galicia.
La tecnología que ha hecho posible la localización de Castro Valente en medio de la densa vegetación que lo cubre son datos LiDAR, en el marco del proyecto PNOA, con un densidad de entre 0,5 y 4 puntos/m², disponibles como datos abiertos a través del Centro de Descargas del CNIG en ficheros digitales de 2x2 km de extensión y en formato LAZ, permiten elaborar modelos digitales del terreno de alta densidad que revelan la presencia de estructuras ocultas bajo la superficie del suelo en todo el territorio nacional.
Publicado por Patricia Perello Martín de las Mulas.
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