5 dic 2019

El contrato para la web de Berners-Lee

https://contractfortheweb.org/

¿Os habéis fijado que cada vez pasamos más tiempo actuando en la Red, un entorno internacional, en el que no hay un marco legal ni unas reglas bien establecidas y consensuadas (o aceptadas) por todos?

Cada vez tiene más peso, más influencia en nuestra existencia nuestra vida virtual, nuestros pasos en la infosfera, hay quien compra, vende, se entretiene, juega, se comunica y se enamora en la web. Sin embargo, las situaciones extrañas se multiplican: al instalar algunos programas tenemos que aceptar la jurisdicción de un juzgado de Santa Mónica, nos aplican la Digital Millennium Copyright Act, una ley estadounidense de 1998, la neutralidad de la red brilla ahora mismo por su ausencia, son más frecuentes de lo que parecen los casos de indefensión ante la aplicación de la política de censura de Facebook, Twitter, Blogger y otras plataformas, etcétera .

Hay otros ámbitos internacionales que están regulados de una u otra manera. En los océanos tenemos la Ley del mar (una serie de tradiciones) y el Derecho marino; la órbita ecuatorial estacionaria está regulada, hay una autoridad y unas reglas del juego en caso de colisión entre satélites; el espectro electromagnético tiene un marco organizativo... 

Por eso es tan importante el contrato propuesto por Tim Berners-Lee, el creador de la web, para establecer un compromiso deontológico entre gobiernos, compañías y usuarios, una serie de principios para promover el comportamiento elegante, leal y cortés frente a bulos, trolls, situaciones de abuso y marginados digitales.

https://contractfortheweb.org/
 https://contractfortheweb.org/
 https://contractfortheweb.org/ 

Un contrato moral que pueden firmar personas, organizaciones y gobiernos muy interesante, que apunta en la dirección de los derechos digitales, como el derecho al acceso a Internet (la mitad de la humanidad no lo tiene), el derecho a la cobertura en zonas urbanas, el derecho a la privacidad de los mensajes, el derecho a la intimidad, el derecho a la libertad de expresión, el derecho a asociarse, el derecho a ser robinsón, el polémico derecho al olvido, el derecho a recordar, etc.

¿Y en el campo de la geoinformación hay algún derecho específico? Pues parece que sí, al menos el derecho a no estar localizados, el derecho a estarlo cuando queramos o nos interese y seguramente ¿por qué no? el derecho a conocer nuestro mundo, nuestro país, nuestra ciudad, a acceder a la cartografía oficial, al menos para verla.

Bueno, que me voy de tema, el caso es que vale la pena leer en detalle este contrato propuesto por Berners-Lee y muy problemente, firmarlo.

Tim Berners-Lee

Publicado por el editor.

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