“…Texas, California, Washington, Moscú, el Elíseo, Twickenham, Aubisque o el desierto de Arabia; aun si nos los conocemos, los reconocemos.”
Los no-lugares (1992) Marc Augé
Publicado por Antonio F. Rodríguez
1 comentario:
Anónimo
dijo...
¿Hasta qué punto estamos en una cultura del reconocimiento y no una cultura del conocimiento? ¿Realmente la información fluye cuando utilizamos masivamente Internet, o a veces la reconocemos y la dejamos estar ahí, sin memorizarla ni aprenderla, o ni siquiera leerla atentamente porque siempre está disponible? A veces me he sorprendido a mí mismo haciendo cosas raras, como imprimir un documento colgado en Internet, para leerlo atentamente y enterarme, porque no consigo concentrarme en un texto leído en pantalla. Una vez leído, lo he tirado a la papelera y me he sentido bastante estúpido. ¿No os ha pasado algo parecido alguna vez? ¿porqué nos cuesta tanto concentrarnos sobre un texto en patalla y tan poco sobre un libro? Siguiendo con el tema del reconocimiento, hace poco se ha celebrado una fiesta para que los conocidos en Internet, mediante Facebook, se conocieran en la vida real...y ha sido un fracaso, ha asistido poquísima gente. Parece que les bastaba con reconocerse en Facebook y no conocerse en la vida real,...
No sé, lo digo por analizar las desventajas, ser conscientes de ellas, y pensar qué precio estamos pagando por disponer de la Web, porque las ventajas son tan evidentes que nos pueden hacer olvidar los inconvenientes. Alguno habrá ¿no?
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¿Hasta qué punto estamos en una cultura del reconocimiento y no una cultura del conocimiento? ¿Realmente la información fluye cuando utilizamos masivamente Internet, o a veces la reconocemos y la dejamos estar ahí, sin memorizarla ni aprenderla, o ni siquiera leerla atentamente porque siempre está disponible? A veces me he sorprendido a mí mismo haciendo cosas raras, como imprimir un documento colgado en Internet, para leerlo atentamente y enterarme, porque no consigo concentrarme en un texto leído en pantalla. Una vez leído, lo he tirado a la papelera y me he sentido bastante estúpido. ¿No os ha pasado algo parecido alguna vez? ¿porqué nos cuesta tanto concentrarnos sobre un texto en patalla y tan poco sobre un libro? Siguiendo con el tema del reconocimiento, hace poco se ha celebrado una fiesta para que los conocidos en Internet, mediante Facebook, se conocieran en la vida real...y ha sido un fracaso, ha asistido poquísima gente.
Parece que les bastaba con reconocerse en Facebook y no conocerse en la vida real,...
No sé, lo digo por analizar las desventajas, ser conscientes de ellas, y pensar qué precio estamos pagando por disponer de la Web, porque las ventajas son tan evidentes que nos pueden hacer olvidar los inconvenientes. Alguno habrá ¿no?
Antonio F. Rodríguez
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