La importancia de los nombres geográficos como tema de información es conocida. Por sí mismos son un elemento más de la realidad geográfica, pero también constituyen un sistema de referencia excepcional, uno de los mecanismos más usados para buscar e identificar información geográfica. Ello hace que los nombres geográficos estén íntimamente relacionados con el resto de temas abarcados por INSPIRE.
La estrategia adoptada por el grupo de trabajo INSPIRE sobre nombres geográficos ha partido de considerar como elemento central del modelo de datos propuesto al objeto espacial (o fenómeno o entidad), debidamente clasificado y representado. Los nombres geográficos son los nombres propios que se aplican a esos objetos espaciales. El modelo de datos del nombre geográfico requiere informar sobre su estatus administrativo, la fuente, el idioma, el alfabeto, distinguir entre endónimo y exónimo, la pronunciación, etc. A efectos de visualización, se ha considerado oportuno tomar decisiones sobre la fuente tipográfica de escritura (Arial 10 pt) y el origen al que se refiere la etiqueta con el nombre (centro del objeto espacial). El modelo propuesto tiene carácter multilingüe al permitir vincular varios nombres a un mismo sitio u objeto espacial.
Para su diseño se han tenido en cuenta tanto los requerimientos de usuarios como las experiencias aportadas por grupos como UNGEGN o proyectos como EuroGeoNames. El documento aporta un buen número de ejemplos mostrando diferentes casos posibles.
En el grupo de trabajo han participado Paloma Abad, del IGN, y Miquel Parella, del ICC. Ambos coinciden en destacar la agilidad con la que se ha trabajado, en parte por el método con el que se ha organizado el grupo, en parte por el hecho de que todos los componentes son buenos conocedores de la materia. Se ha tenido muy presente el Modelo de Nomencátor de España (MNE) desarrollado en el marco del GT IDEE del Consejo Superior Geográfico, lo que facilitará su implementación en el ámbito español, y la experiencia adquirida en la elaboración y gestión del Nomenclàtor Oficial de Toponímia Major de Catalunya. Paloma considera que el modelo propuesto es suficientemente elemental como para que pueda contentar, a grandes rasgos, a todos. Miquel, de hecho, destaca que el resultado ha sido más completo de lo que esperaba en un principio. Pero el trabajo no ha terminado, queda recibir los comentarios de la prueba actualmente en curso y ahondar en la interoperabilidad con respecto al resto de los grupos de trabajo, sobretodo en el ámbito de metadatos y calidad, que son claramente mejorables.
La estrategia adoptada por el grupo de trabajo INSPIRE sobre nombres geográficos ha partido de considerar como elemento central del modelo de datos propuesto al objeto espacial (o fenómeno o entidad), debidamente clasificado y representado. Los nombres geográficos son los nombres propios que se aplican a esos objetos espaciales. El modelo de datos del nombre geográfico requiere informar sobre su estatus administrativo, la fuente, el idioma, el alfabeto, distinguir entre endónimo y exónimo, la pronunciación, etc. A efectos de visualización, se ha considerado oportuno tomar decisiones sobre la fuente tipográfica de escritura (Arial 10 pt) y el origen al que se refiere la etiqueta con el nombre (centro del objeto espacial). El modelo propuesto tiene carácter multilingüe al permitir vincular varios nombres a un mismo sitio u objeto espacial.
Para su diseño se han tenido en cuenta tanto los requerimientos de usuarios como las experiencias aportadas por grupos como UNGEGN o proyectos como EuroGeoNames. El documento aporta un buen número de ejemplos mostrando diferentes casos posibles.
En el grupo de trabajo han participado Paloma Abad, del IGN, y Miquel Parella, del ICC. Ambos coinciden en destacar la agilidad con la que se ha trabajado, en parte por el método con el que se ha organizado el grupo, en parte por el hecho de que todos los componentes son buenos conocedores de la materia. Se ha tenido muy presente el Modelo de Nomencátor de España (MNE) desarrollado en el marco del GT IDEE del Consejo Superior Geográfico, lo que facilitará su implementación en el ámbito español, y la experiencia adquirida en la elaboración y gestión del Nomenclàtor Oficial de Toponímia Major de Catalunya. Paloma considera que el modelo propuesto es suficientemente elemental como para que pueda contentar, a grandes rasgos, a todos. Miquel, de hecho, destaca que el resultado ha sido más completo de lo que esperaba en un principio. Pero el trabajo no ha terminado, queda recibir los comentarios de la prueba actualmente en curso y ahondar en la interoperabilidad con respecto al resto de los grupos de trabajo, sobretodo en el ámbito de metadatos y calidad, que son claramente mejorables.
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