«Había estudiado aquella vía, como otras rutas principales que le permitían orientarse en la ciudad, sobre un mapa adquirido en una tienda de libros y estampas: un buen grabado, caro, grande de seis palmos que mostraba Venecia a vista de pájaro con mucho detalle útil.
…
Enfundó la daga, pensando en lo más útil. Tenía el plano de Venecia grabado en la cabeza.»
«El puente de los asesinos» de Arturo Pérez-Reverte
Publicado por Antonio F. Rodríguez
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