«Del mismo modo que en algunos mapas aparecen indicadas las líneas de transporte urbano o los monumentos históricos, hay otros en los que se indican los lugares donde regularmente acuden los enamorados a besarse, o los parques en los que la inspiración visita a los poetas con más frecuencia. Otros señalizan las calles más proclives a las disputas entre peatones y automovilistas, o las esquinas de la ciudad en las que más a menudo sobrevienen inesperadas desavenencias y deshacen sus acuerdos las parejas. Este tipo de mapas, dado su evidente valor, no resultan fáciles de encontrar.»
Fernando León de Aranoa (Aquí yacen dragones, 2013)
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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