Un amigo mío comentó un día la idea de que «Si en una IDE hay uno que manda, eso no es una IDE, puede ser un SIG distribuido muy potente, pero llega a ser una IDE». Y me convenció; desde entonces creo que las mejores creaciones con las colectivas, como la lengua, la literatura, el cine, el arte y en general la cultura, y que una IDE auténtica, además de ser interoperable digamos técnicamente, lo que implica la implementación de los estándares abiertos más populares, también debe ser interoperable organizativamente, lo que implica el uso de formas de organización abiertas a cualquier actor interesado, basadas en el consenso.
Por otro lado, es obvio que en toda comunidad de personas y organizaciones que persiguen un objetivo común hace falta cierto liderazgo. En el contexto que nos movemos, debe ser un liderazgo blando, inclusivo y resonante, como el del Rey que aparece en «El Principito» que sólo daba a sus súbditos las órdenes que deseaban obedecer. O dicho de otra manera, el buen líder es el que intuye los consensos y les da forma, con lo que todos se ahorran mucho tiempo de discusión.
¿Cómo se lleva esto a la práctica?¿cómo se compaginan liderazgo y empoderamiento de la comunidad? ¿que misterios oculta el reciente neologismo «facilitador»? Sobre ese tema, he encontrado una entrada en un blog que me parecido especialmente significativa, que nos recuerda que los modelos organizativos más avanzados se
caracterizan por desarrollarse en culturas corporativas basadas en la
confianza, un total empoderamiento de los equipos y la práctica ausencia
de mecanismos de control sobre las personas. Aquí os dejo el enlace:
Publicado por el editor.
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