¿HACIA DÓNDE
VA EL MUNDO DE LA INFORMACIÓN GEOESPACIAL?
Contribución
del editor del blog de la IDEE al II Encuentro de geobloggers
«La
verdad es una expansión del poder»
Michael Foucault
En
primer lugar, quiero agradecer la oportunidad que me brindan de compartir mis
ideas y opiniones, y participar en este encuentro, a Miguel Ángel Ruiz y Marta
Criado (Revista MAPPING), como organizadores, a Juan Toro por haber tenido la
idea y ser el impulsor de esta cita entre blogueros, que él define como «profesionales
que comparten de manera altruista su experiencia a través de un blog» y a
Gersón Beltrán, que tan bien moderó el primer encuentro.
Llevo
más de 33 años trabajando en el IGN y CNIG, pero no os asustéis, que no voy a
hablar de todas las cosas que hacemos en el IGN ni de nuestros planes de
futuro. Trataré de responder a la pregunta que se nos plantea como tema de este
encuentro, ¿hacia dónde va el mundo geo? Y voy a dar tres respuestas.
Primeramente,
vamos a intentar identificar y predecir las tendencias tecnológicas que van a tener más desarrollo e impacto en
los próximos 5 - 10 años, en un orden que no significa nada en particular:
-
Sensores. Nos parece que va a
explotar el mundo de los sensores y el globo se va a llenar de dispositivos georreferenciados
de registro, especialmente de tráfico, calidad del aire, ruido y trazas de
personas y vehículos. Publicarán sus datos de manera abierta y estándar y eso
va a dar lugar a aplicaciones muy variadas, algunas de las cuales todavía no
imaginamos.
-
Nuevos datos. Creemos que van a
producirse nuevos datos, como las coberturas nacionales de datos LiDAR que
muchos países van a acometer, siguiendo el ejemplo pionero de España. Reino
Unido, por ejemplo, ya tiene planificada su primera cobertura completa para el
año 2020. También habrá más datos en 3D, vídeos integrados y anclados a los
datos geográficos, fotos, animaciones, etcétera que habrá que aprender a
explotar y aprovechar en todo su potencial. En ese sentido OpenStreetView y otras soluciones abiertas alternativas a las más
conocidas actualmente van a expandirse a gran escala y jugarán un papel muy
importante.
-
Internet de las cosas. Parece que la
Internet of Things (IoT) va por fin a
dar todo lo que venía prometiendo hasta ahora. Muy probablemente los coches,
motos, patinetes, bicicletas y todo tipo de vehículos van a estar
georreferenciados continuamente, lo que va a revolucionar tanto la captura de
datos de redes de transporte como la gestión del tráfico. En relación con ese
mundo, se van a geolocalizar gran número de ítems útiles y eso va a disparar la
cartografía de interiores, que se conectarán con el exterior y darán lugar a
aplicaciones de gran interés.
-
Datos enlazados. O linked data, dejarán de ser un mundo
esencialmente experimental y de desarrollo, para pasar a ofrecer aplicaciones geográficas
y resultados interesantes, enlazando fuentes de datos diferentes, aspecto
especialmente interesante para los datos geográficos por su enorme volumen y
frecuente actualización, lo que dificulta su migración a un repositorio común. También
aparecerán los metadatos enlazados, lo que permitirá explotar de manera mucho
más inteligente y eficaz algo tan complejo y difícil de gestionar como son los
metadatos geográficos, que tienen precisamente la virtud de relacionar entre sí
todos los recursos geoespaciales de una región o tema: datos, servicios,
catálogos de objetos, listas de valores, etcétera.
-
Neocartografía o Información
Geográfica Voluntaria, que por fin va a entrar en los Institutos Geográficos
oficiales. Una vez conseguidos buena parte de sus objetivos, que eran en
esencia generar cartografía abierta para todos que se pueda utilizar en
producción y romper las políticas cerradas de los datos geográficos oficiales,
una vez que se ha instalado la tendencia, »lenta pero inexorable, que
hace que poco a poco las agencias
cartográficas vayan abriendo sus datos, el siguiente paso es colaborar con
ellas, crear sinergias y conseguir resolver los problemas de calidad,
homogeneidad y normalización de la IGV para que sirva como fuente de datos para
la cartografía oficial. La Neocartografía también va a conocer una gran
expansión porque se van a organizar campañas extensivas y sistemáticas para
completar la cartografía de los países menos desarrollados y solucionar así uno
de los grandes problemas de la IGV, su completitud.
-
Identificadores persistentes para
los recursos y sobre todo para los objetos geográficos individuales. Es
algo que llega de la mano de la
Directiva INSPIRE y que permitirá la gestión distribuida no solo de conjuntos
de datos, sino también de objetos geográficos. Por ejemplo, será posible tener
un objeto geográfico en un repositorio y todos o parte de sus atributos, en
otro diferente. También hará posible utilizar una serie de objetos geográficos
en la red como objetos de referencia y proporcionar actualizaciones como «sólo
cambios».
-
Big
Data, o macrodatos, que empezarán a estar disponibles para todos. El Big Data privado comenzará a ser hackeado y compartido, los ciudadanos
reclamarán su derecho, por un lado a explotar las grandes masas de datos privados
y anonimizados que gestionan las grandes corporaciones y están compuestas de
datos individuales, y por otro lado, a acceder al Big Data público como ya establecen las Directivas europeas de
reutilización de información del sector público (RISP).
No
hemos mencionado el machine learning
o aprendizaje automático porque, como bien ha dicho Belén Soria (Here maps), no
es una tendencia, sino una realidad que ya está aquí y ha venido para quedarse,
que ya está dando resultados impresionantes que se están implantando en los
procesos productivos de cartografía para resolver una amplia gama de problemas.
Es curioso que el avance más innovador, el que hace poco tiempo casi parecía
algo de ciencia ficción, es el que más rápidamente se ha desarrollado y hecho
realidad hasta llegar a los resultados prácticos.
Sin
embargo, más interesante y productivo que tratar de anticipar tendencias
tecnológicas, me parece el definir claramente hacia dónde queremos ir. Mejor
que intentar simplemente determinar de dónde vienen el viento y la corriente
que nos arrastra, me parece tratar de navegar jugando con las tendencias
tecnológicas, pero a la vez ejerciendo nuestra pequeña y humilde cuota de poder
para decidir qué es lo que queremos. Si acertamos con lo que desea la mayoría
de la comunidad, tendremos más probabilidades de éxito y quizás el resultado
sea en algún caso lo que suele llamarse una profecía autocumplida. En ese
sentido hay ahora una oportunidad que no quiero dejar de mencionar, y es la
ocasión de enviar opiniones antes del próximo 12 de julio para la nueva versión
del documento de UN-GGIM titulado «Tendencias futuras en la gestión de
información geográfica: la visión de cinco a diez años». En el blog de la IDEE están
todos los detalles en la entrada publicada hoy, 2019-06-27, y en cualquier caso
habrá una encuesta pública para opinar en el cuarto trimestre de este año.
Desde
ese punto de vista, se nos ocurren otras siete direcciones de progreso. Siete
también, que es un número cabalístico y de gran simbolismo que a lo mejor no
viene mal cuando estamos hablando del futuro:
-
Datos abiertos en general y, en
particular datos geográficos abiertos. Es una tendencia que viene desde casi
unos veinte años, pero todavía muy incipiente y que creemos que va aumentar
exponencialmente en los próximos años. Afortunadamente, ahora disponemos de una
norma española, la UNE 148004:2018 Datos
geográficos abiertos, que incluye un conjunto de pruebas para determinar de
la manera más objetiva posible si unos geodatos se están publicando o no como
datos abiertos. Además, se va a proponer como punto de partida para una norma
internacional de ISO/TC211.
Este
punto está muy relacionado con los derechos
geoespaciales, que van a conocer un gran desarrollo en los próximos años.
Derechos como el derecho a estar localizado o no según desee uno, el derecho a
la conexión a Internet o a la cobertura de telefonía móvil, en condiciones
razonables, en cualquier lugar y circunstancia. También está íntimamente
imbricado con la necesidad de tener un marco
legal mundial que defina claramente las reglas del juego y no deje al
usuario ni a las empresas en situación de indefensión legal y jurídica cuando
todos estamos actuando la mayor parte del tiempo en el que intercambiamos
información en un entorno internacional. Falta una «ley del mar» de internet y habrá que
definirla más pronto que tarde.
-
Servicios abiertos, como consecuencia
del punto anterior (información del sector público abierta por defecto, incluso
contribuciones del sector privado y los usuarios) y de la arquitectura
orientada a servicios. En los próximos años se definirá qué es exactamente un
servicio abierto, de igual manera que ahora tenemos ya definiciones técnicas
precisas de qué son los datos abiertos. Proliferarán los servicios web abiertos
y estándar, no solo los geográficos, sino también los alfanuméricos, hasta
ahora poco desarrollados.
-
Interoperabilidad de licencias, que
vendrá a solucionar toda la problemática generada actualmente por las licencias
no estándar, que nadie sabe con seguridad cómo interactúan con otras cuando se
mezclan datos de fuentes diferentes, y las licencias propias, definidas en un
texto ad hoc ligado a un idioma que
para usuarios de contextos lingüísticos diferentes exigen una traducción
jurada. La interoperabilidad se resuelve siempre utilizando estándares, por lo
tanto el uso de las licencias tipo (©, Creative
Commons, EUPL, ODbL…) se impondrá, especialmente el de las Creative Commons 4.0 por su flexibilidad
y amplia implantación.
-
Estándares abiertos, son los que
permiten la interoperabilidad universal y después de cierta etapa de cuatro
cinco años, en que han dejado de ser tenidos tan en cuenta, creo que instancias
como UN-GGIM (United Nations – Global Geospatial
Information Management) van a dedicarles más espacio, apoyo y van a
mencionarlos más. También otras aplicaciones y entornos como las soluciones en
la nube de software como servicio
(SaaS), los proyectos de IGV y las empresas privadas van a aprovecharse de sus
ventajas y beneficios para la sociedad. Es cierto que los estándares OGC se han
quedado un poco anticuados (la primera versión del más usado, el WMS, es del
año 2000), pero van a reformularse tomando como base Open API, lo que va a
desencadenar una pequeña revolución y que haya un INSPIRE 2.0 adaptado a esa
base tecnológica.
-
Software
libre, apoyado claramente por el Esquema Europeo de Interoperabilidad v2 (EIFv2),
que recomienda a las administraciones públicas no solo utilizar software libre, sino invertir en su
desarrollo en las situaciones en las que no ofrece todavía la funcionalidad
requerida. El EIFv2 es una recomendación de la Comisión Europea, que lo
considera una pieza clave para la e-administración y el Mercado Digital Único
Europeo. Se espera que sirva para actualizar los Esquemas Nacionales de
Interoperabilidad (ENI), que en el caso español toma forma en el Real Decreto
4/2010.
-
Calidad, tanto de datos, como de metadatos,
servicios y de una IDE en su conjunto. Es un campo que no se está llevando a la
práctica lo suficiente, pero que va a expandirse gracias a la de métodos
estándar para evaluar la calidad simplificados y más usables, arrancando desde
el problema más complejo, que es cuantificar el estado de desarrollo de una IDE
definiendo los indicadores pertinentes, especialmente los que miden el balance
coste-beneficio para justificar las considerables inversiones que se han
realizado y racionalizar las futuras. El estudio de la calidad de las IDE será
la palanca que moverá el análisis de la calidad de sus recursos y servicios, y
finalmente, también de la calidad de
metadatos y datos.
-
Profesionalidad. Los grandes
proyectos de información geográfica van a dejar de estar dirigidos y
coordinados por expertos en Estadística o en Medio Ambiente, para pasar a
estarlo por especialistas en Cartografía y Geomática que conocen las
particularidades de la información geoespacial y tienen la experiencia necesaria.
Por decirlos de manera coloquial «la cartografía debe ser para quien la
trabaja».
No deja de ser curioso que UN-GGIM esté encuadrado dentro de la Sección de
Estadística de Naciones Unidas y que la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA)
juegue un papel tan dominante en la dirección de la iniciativa INSPIRE, aunque
ya se ha visto que el Joint Research
Centre (JRC), un organismo estrictamente técnico con una Unidad IDE, está
recuperando cierto protagonismo. ¿Alguien puede imaginar un gran proyecto estadístico
dirigido por un Ingeniero en Geodesia y Cartografía? La cuestión es que el
panorama se racionalice y los estadísticos, los expertos en medio ambiente y
los geomáticos ocupen el lugar que les corresponde y desempeñen el papel que se
espera de ellos.
En
suma, veremos en los próximos años cómo el mundo geo se transforma en un
entorno más abierto y basado en la compartición de recursos, especialmente los
públicos, más estándar e interoperable, una vez que hemos descubierto que ése
es el mejor camino desde todos los puntos de vista en un mundo globalizado, y
más transparente, intercomunicado e interdependiente.
Por
último, me gustaría extender el interrogante de este encuentro («¿Hacia
dónde va el mundo geo?») para ver hacia dónde se dirige la comunidad de geobloggers, reunida en este encentro en
su mayoría, o al menos en una muestra muy representativa. En ese sentido y con
la clara intención de contribuir a definir el futuro, quiero proponer otras
siete acciones (siete otra vez) encaminadas a conformar una comunidad auto
organizada:
1) Geoblogs.
Implementar un agregador de geobloggers
en español, que siguiendo el modelo de páginas como menéame o Digg, agrupe en
un solo sitio todas las entradas de sus blogs y permita votar a los internautas
qué entradas les parecen más interesantes o relevantes. Habría que definir una
línea editorial, entendiendo la labor de un bloguero como una suerte de
microperiodismo voluntario, que difunde esencialmente dos géneros: noticias y
opinión.
2) Lista de
correo. Definir una para que
todos estemos comunicados y poder enviar mensajes y propuestas organizativas y
¿por qué no? noticias y entradas que cualquiera desee difundir y puedan servir como
sugerencias de contenido de otros blog.
3) Lista de
geoblogs, pública para tener un inventario de blogs en español de
información geográfica. Debe estar mantenida de manera continua y por supuesto,
respetar la privacidad y adherirse al Reglamento de Protección de Datos
Personales (RGPD).
4)
Encuentro.
Habría que sopesar si es oportuno o no que este encuentro se organice de manera
anual. Se dice que internet es como un perro en el sentido de que un año de
internet equivale a cinco años en una vida humana y parece a primera vista que
un ritmo de encuentro cada dos años es poco para poder reaccionar adecuadamente
a los cambios que se producen vertiginosamente. Pero por trol lado hay
dificultades logísticas, prácticas, organizativas y de saturación de agendas
que a nadie se le escapan.
5)
Premio
anual al mejor geoblog del año, por las entradas y la labor de comunicación
desarrollada. Debería elegirse por votación popular y anónima, en principio
entre los geobloggers, pero también
se podría abrir a todos los usuarios. Es algo que serviría para unir a la
comunidad y establecer cierta cultura particiativa.
6)
Consejo directivo,
o figura similar, que será necesario para coordinar la comunidad de geobloggers. Para comenzar a caminar
propongo una primera reunión en julio
para debatir estos puntos, ver si son viables y decidir cómo continuar. Podría
estar abierta a los mencionados Miguel Ángel Ruiz (MAPPING), Juan Toro y Gersón
Beltrán, además de a todo geoblogger
voluntario que quiera contribuir.
7)
Democracia.
Las decisiones importantes dentro de esta comunidad de geobloggers se tomarán por votación de sus miembros, y queda
abierto también a la opinión de todos decidir qué decisiones son importantes y
deben votarse.
También
habrá que ver, a nivel práctico, si es posible y cómo incorporar a tuiteros, responsables
de RSS, páginas de noticias y revistas digitales que también hacen
microperiodismo y han estado con nosotros en estos dos primeros encuentros.
Como
conclusión, quiero destacar que el futuro que se plantea en este aspecto es
organizarnos en una federación de blogs abierta, transparente, participativa y
democrática, para defender nuestros intereses, nuestra imparcialidad y
objetividad, para potenciar el papel que juega cada uno de nosotros y para
configurar una voz única y colectiva que dé su opinión e influya en los
momentos y de la manera que decidamos. Muchas gracias a todos.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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