En Taylor & Francis en línea se ha publicado recientemente un interesante artículo de Efrén Díaz (Bufete Mas y Calvet), muy recomendable, sobre el nuevo Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo de 27 de abril de 2016 relativo a la protecciónde las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de esos datos y por el que se deroga la Directiva 95/46/CE (Reglamento general de protección de datos). En el texto se resume el contenido del reglamento y se analizan las consecuencias de su puesta en práctica.
Este nuevo reglamento será directamente aplicable a partir del 25 de mayo del 2018 y los Estados miembros tienen un periodo de dos años para adaptar su marco legislativo. El texto implica nuevas reglas muy importantes que serán aplicables a lo largo de toda la UE, con el objetivo de superar la fragmentación de la normativa existente y modernizar el concepto de privacidad. Trata de contribuir al Mercado Digital Único, facilitar la actividad ecnómica transfronteriza la libre circulacion de datos personales y ua mayor garantía de los derechos fundamentales de los ciudadanos europeos.
Regula los derechos de acceso, rectificación, supresión, oposicion y al tratamiento limitado, y se reconocen dos nuevos derechos: el derecho a ser olvidado digitalmente y el derecho a la portabilidad de datos. Crea el Comité Europeo de Protección de Datos y establece que en cada país habrá una Autoridad de control independiente, cuyas competencias, poderes y competencias se definen en el reglamento.
Regula los derechos de acceso, rectificación, supresión, oposicion y al tratamiento limitado, y se reconocen dos nuevos derechos: el derecho a ser olvidado digitalmente y el derecho a la portabilidad de datos. Crea el Comité Europeo de Protección de Datos y establece que en cada país habrá una Autoridad de control independiente, cuyas competencias, poderes y competencias se definen en el reglamento.
Un nuevo marco legal, ambicioso y avanzado que afectará evidentemente el sector de la información geográfica, dado que las posiciones de las personas también se consideran datos personales, que cada vez vamos a estar más geolocalizados gracias a los dispositivos portátiles (móvile, coches, tabletas...) y que tanto la cartografía como los GNSS van a aumentar notablemente su resolución en los próximos años.
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