A finales del pasado mes de septiembre, un equipo mixto de especialistas IDE del OGC y del W3C publicó un informe sobre buenas prácticas a la hora de publicar datos geográficos en la web que, por su importancia y oportunidad, vale la pena resumir aquí.
Las principales buenas prácticas recomendadas son las siguientes:
- Buena práctica 1: Utilizar URI HTTP persistentes y únicas para identificar ítems geoespaciales.
- Buena práctica 2: Hacer que los datos geoespaciales sean indexables por los buscadores web.
- Buena práctica 3: Enlazar los recursos para crear la web de los datos.
- Buena práctica 4: Utilizar los formatos de datos que están esperando tus usuarios.
- Buena práctica 5: Publicar la geometría de manera que sea usable.
- Buena práctica 6: Proporcionar la geometría con el nivel correcto de resolución, exactitud y volumen de datos.
- Buena práctica 7: Elegir el Sistema de Referencia por Coordenadas que necesitan las aplicaciones de tus usuarios.
- Buena práctica 8: Proporcionar suficiente información sobre cómo están codificadas las coordenadas.
- Buena práctica 9: Describir posiciones relativas.
- Buena práctica 10: Utilizar las relaciones apropiadas para relacionar los objetos geoespaciales.
- Buena práctica 11: Proporcionar información sobre la naturaleza cambiante de las cosas.
- Buena práctica 12: Publicar los datos geoespaciales mediante las API más convenientes.
- Buena práctica 13: Incluir metadatos geoespaciales en ficheros de metadatos.
- Buena práctica 14: Describir la exactitud posicional de los datos geoespaciales.
Entre estas catorce ideas, la mayoría son muy sensatas y marcan la dirección en la que va a evolucionar la tecnología en los próximos cuatro o cinco años, por ejemplo, usar identificadores únicos basados en las URI (como se va a hacer en la IDEE), usar formatos manejables y enlazar los recursos geográficos. Otras en cambio muestran cierta ingenuidad, propia de informáticos al aproximarse al mundo de los datos geográficos, como por ejemplo la número 14.
Describir la exactitud posicional está muy bien, pero a menudo es el elemento de la calidad mejor resuelto (los GPS funcionan muy bien) y a veces puede ser también crítica la exactitud temática (por ejemplo, tener una tasa menor de un 1 % de errores en nombres no es nada fácil) o la compleción, no digamos ya la actualidad de los datos. La calidad de la información geográfica es mucho más que la exactitud posicional.
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