29 mar 2018

De la importancia de la información geográfica - Rafael Martínez Cebolla

Figura 1 El mapa como herramienta para la toma de decisiones.
 Escena de la película «Salvar al soldado Ryan» (1998) de Steven Spielberg

Día a día se consultan mapas en móviles y tabletas para saber cuál es la tienda más cercana para comprar un determinado producto, bien o servicio, el restaurante al que ir a comer, etc. La información geográfica es tendencia desde hace un tiempo y resulta extraño no encontrar por doquier una referencia geográfica directa o indirecta a algún tipo de recurso sea estático o móvil como son las propias personas.

El conocimiento de la sociedad, su organización y funcionamiento a lo largo del tiempo es esencial para poder entender el mundo actual, por ello sorprende que la Geografía se desvanezca en el currículo de la educación obligatoria en España.

Echo la mirada atrás y sólo veo ilustres pensadores que hablaban maravillas de la Geografía. Desde el «excepcionalismo» de la Geografía de I. Kant (S. XVIII-XIX), frente a otras ciencias sistemáticas, que hacía que fuese enormemente difícil formular leyes vinculadas al estudio del espacio hasta la extrema complejidad con la que A. Einstein (S. XIX-XX) describía la Geografía reflejada en sus manuscritos, cuando trabajaba en una aduana, en los que relataba la extrema dificultad para poder modelar los flujos migratorios (frase habitualmente atribuida a Einstein, pero probablemente de Duane Marble, véase este enlace). 

La evolución histórica de mi disciplina científica es otra. Enseña que la labor del Geógrafo ha sido y es fundamental tener un conocimiento real del territorio. Ese conocimiento era, aún más importante si cabe, un requerimiento obligatorio para cualquier empresa que el ser humano quería realizar y en la que había que tomar una decisión territorial de cualquier índole, en especial, geopolítica o militar.

¿Alguien se imagina poder descubrir una nueva tierra sin la necesaria planificación a través de un mapa?, ¿enviar los suministros de ayuda a unos refugiados sin la confianza de saber las rutas seguras de acceso a la población? o ¿planificar la ubicación geográfica de nuevos centros educativos o sanitarios sin el análisis de la estructura demográfica de la población existente en una ciudad? Y así, un largo etcétera de trabajos en los que el conocimiento geográfico del territorio es fundamental para que la decisión tomada sea la más correcta.

Como cualquier geógrafo siempre me ha interesado saber cuál ha sido la evolución de mi ciencia, es decir, conocer qué crisis científicas ha sufrido para saber de qué métodos, técnicas y herramientas se disponen para ayudar a tomar mejores decisiones en el mundo donde el ser humano realiza su actividad socioeconómica, cultural o ambiental.

Lamentablemente, hoy, repaso el conocimiento geográfico que se aprende en el sistema educativo español y veo con extrañeza cómo la Geografía queda olvidada y menospreciada en su contenido curricular. Y lo comparo con el retrato realizado por Goya de Luis María de Borbón y Vallabriga (véase la figura 2), hoy en el Museo de Zaragoza, en el que se trasluce la importancia que tenía la Geografía (porta en su mano una pieza de puzzle de un mapa de Europa) junto con otras materias, como las Matemáticas y pienso: ¿por qué estamos peor que hace dos o tres siglos? ¿qué Geografía aprenden nuestras generaciones futuras? Y, sigo reflexionando, ¿tan fácil es esta ciencia? Pero no. Pienso que no. Aunque sí creo que en algún momento de la historia más reciente, su importancia quedó marginada frente a otras ciencias y nadie quiso o pudo rescatarla.

Figura 2. Luis María de Borbón y Vallabriga. Óleo de Francisco de Goya (1783). Museo de Zaragoza

Saber dónde está Australia, una lista de capitales o los principales ríos ibéricos no es Geografía, es cultura general. Aprender Geografía es saber analizar el territorio para comprenderlo, adquiriendo la habilidad de representar espacialmente, por norma general mediante un mapa, hechos o relaciones entre distintos fenómenos que, aunque aparentemente independientes, ocurren en un mismo espacio geográfico.

En pleno siglo XXI, me alegro al ver cómo el mapa, la imagen satélite, etc., en suma, la información geográfica sigue siendo clave en buena parte de empresas de diferente índole incluyendo la de nuestros quehaceres diarios.

Recientes estudios macro y microeconómicos, vinculados a esta revolución de la información geoespacial, reflejan los beneficios socioeconómicos relacionados con la explotación de la información geográfica. Si a esta ecuación añadimos la explosión del Big Data se logra un cóctel que ha de permitir resolver problemas a cualquier actor público (saber dónde, cómo y qué medidas económicas aplicar en un territorio menos desarrollado) o privado (desde conocer cuál es el lugar más idóneo para abrir un establecimiento comercial hasta decirle a un ciudadano dónde está la estación de bicis más cercana). La Geografía ha sido y es una de las ciencias que ha ayudado en este camino apoyándose o siendo el bastón de otras ciencias exactas.

Al margen de estudios, si se quiere evitar el posible grado de subjetividad, se pueden visualizar datos cuantitativos que confirmen la evidencia de la importancia de la Geografía a través de una de sus muchas herramientas de trabajo; los mapas. En la tendencia de contenidos generales más buscados no ha de sorprender que los mapas sean el contenido con mejor promedio frente a otras palabras clave como viaje, música, fútbol o política. Estos son los datos que arroja Google Trends al respecto:

Figura 3. Gráfico de tendencia de búsquedas temáticas en Google desde 2004 hasta la actualidad en el mundo
 
Los números reflejan el interés de búsqueda en relación con el mayor valor de un gráfico en una región y en un periodo determinado. Un valor de 100 indica la popularidad máxima de un término, mientras que 50 y 0 indican una popularidad que es la mitad o inferior al 1 %, respectivamente, en relación al mayor valor. El lector podrá jugar con esta útil herramienta y probablemente encontrará algún contenido que es más buscado, pero no hay duda de su relevancia.

De hecho, el mapa no deja de ser otra herramienta que cualquier especialista usa para representar estos mismos datos cuantitativos. Así que no ha de faltar un mapa en el presente artículo.Ojala este mapa estuviera realizado con la proyección de Peters y no la de Mercator. Para entendet la importancia de la proyección de un mapa, véase este vídeo de la serie «El ala oeste de la Casa Blanca».


Figura 4. Mapa de tendencia de búsquedas temáticas en 
Google desde 2004 hasta la actualidad en el mundo


España no se queda atrás, estos son los datos que arroja Google:

Figura 5. Gráfico de tendencia de búsquedas temáticas en 
Google desde 2004 hasta la actualidad en España

Y el mapa a nivel regional es bastante elocuente:
Figura 6. Gráfico y Mapa de tendencia de búsquedas temáticas en 
Google desde 2004 hasta la actualidad en España

Hoy, lamentablemente, se sigue en la encrucijada educativa en la que, pese a disponer de docentes premiados por sus herramientas educativas y catedráticos especialistas en materia de cambio climático, por poner algunos ejemplos significativos, obviamos las fortalezas y oportunidades que da esta ciencia al alumnado de enseñanza media para comprender el mundo que le rodea y en el que vive.

Soy optimista por naturaleza, y, afortunadamente, disfruto viendo la revolución geoespacial de los últimos diez años que permite disponer de una forma ágil información geográfica de cualquier variable territorial. Una información geográfica útil para que cualquier usuario pueda conocer cualquier territorio del planeta sin salir de su casa y, sobre todo, útil para que cualquier empresa o administración pública pueda tomar mejores decisiones desde el punto de vista territorial, urbanístico o sectorial.

Soy optimista porque la Geografía sigue latiendo diariamente mediante el uso de esos mapas, fotos aéreas a través de nuestros dispositivos móviles. Pero quiero ser más optimista y confío, espero y deseo que; en un estrado, los responsables educativos retomen lo antes posible el papel de la Geografía en el curriculum educativo estatal y, sobre todo en el autonómico que, hoy en día, es verdaderamente quien configura la hoja de ruta de lo que aprende el alumnado en una región de este país; y en el otro estrado, nuestros Departamentos de Geografía Universitarios, la Asociación de Geógrafos y el Colegio Profesional de Geógrafos luchen como si fueran un mismo brazo para conseguir que esta ciencia recupere su sitio y reconocimiento como materia básica para el ciudadano español.

Estudiar Geografía durante las enseñanzas medias permite que nuestros alumnos del siglo XXI se arraiguen en el territorio, a través del conocimiento de la Geografía y de todo lo relacionado con ella, sus paisajes, sus gentes, sus tradiciones y, sobre todo, amplia su mirada y horizonte cognitivo. Sin lugar a dudas, la Geografía no tiene la última palabra sobre ninguna cuestión, pero no se puede prescindir de ella.


Publicado por Rafael Martínez Cebolla
Geógrafo. Delegado Territorial de Aragón del Colegio de Geógrafos de España.